Hay una diferencia significativa entre el software gratuito y el libre. De hecho, se puede hablar de software libre y pagar por él, o de software “semigratuito” como el que planea Microsoft (”semi” porque será pagado por la publicidad) pero para nada libre (ya que, Microsoft no da datos del código). De hecho, existe la posibilidad de que Microsoft le dé un golpe casi mortal a la piratería, porque el modelo que se propone en el memo abre la posibilidad de que en lugar de pagar la licencia y llevarse el cd a la casa, se pague el acceso al programa en línea, por una cuota mensual o anual: probablemente los suscriptores a estas aplicaciones recibirán mejor soporte técnico y cero publicidad. Pero seguro que otros servicios como pueda se Google, lo hará de forma gratuita.
Hoy se puede tener en cualquier página un editor con las funciones basicas de word gratis. La gente quiere herramientas fáciles de utilizar. Por supuesto que Microsoft tiene que estar asustado: ¿cuántos usuarios necesitan todas las nuevas herramientas que vienen con Office 11 ó 12? La mayoría podría seguir utilizando Word 95 (con mínimos errores, claro está) y no notaría la diferencia con Word 2003.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario